Y de repente estamos así, nariz con nariz, tan cerca que nada podría separarnos, y a los segundos veo como te vas achicando, alejándote a una velocidad que nada podría pararte, llevándote todo y dejando un vacío. Otra vez nos volvemos números. Otra vez quisiera sentirte a centímetros aunque nos separen kilómetros. Y a los segundos veo algo, algo que hace que quiera que estés a miles de kilómetros, donde no pueda verte y que si me arrepiento no pueda hacer nada. Veo como te vas achicando, alejándote a una velocidad que nada podría pararte, te di todo y me dejaste un vacío. Otra vez nos separan kilómetros aún estando a centímetros.
Y después estoy al punto de fundirme en una sola persona y a los segundos me despierto y se rompe el hechizo. Veo como te vas achicando, como te alejas de mi sin saber hasta cuando. Ambos queriendo quedarnos, ambos desesperados por tratar de frenar eso. Nos dimos todo, y ahora me quedó un vacío. Otra vez estás en un lugar mejor, kilómetros hacia arriba cuando hace instantes estábamos a centímetros.
Y de repente abro los ojos y estoy acá, sola, sintiéndome tan lejos de todo pero tampoco queriendo que estén cerca, al punto de estar tan asfixiada que quiero respirar por un rato, encontrarme a mi misma. Veo como todo se aleja, como todo se hace chiquito y no queriendo hacer nada para frenarlo. Les dí todo, solo necesito un momento para mi, para llenar mi vacío. Otra vez pongo a todos a kilómetros aun cuando quieren estar a centímetros.
Es increíble como la distancia es tan confusa que no distinguís si es real o no. Cuando los kilómetros son tan abstractos que a veces son solo números y otras son un millar de sentimientos. Es increíble como teniéndote tan lejos te sienta tan cerca y como a veces estando tan cerca te siento mas lejos que nunca. Como de repente la cama se alarga y estás a kilómetros de distancia y como de repente los números se achican por un rato y estas acá, conmigo.
No quisiera nunca ser víctima de la distancia, te vuelve impotente, te saca lo que más querés y no podes hacer nada. Te obliga a refugiarte en los recuerdos, es lo único que queda, es la cura temporal el pensar que va a volver todo eso que extrañas. Aunque no lo haga, hace bien creerlo, de vez en cuando no está mal vivir de recuerdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario