jueves, 3 de diciembre de 2015

Inexistencia

Hay cosas que se lleva el tiempo. Cosas que ya no vuelven a ser igual. Por mucho que las sueñes o las escribas. Por mucho que las digas o las calles. Las llores, las mastiques, las cosas con aguja e hilo…Y mira que las gritas, las sudas, las temblas, las descoses, las vomitas, las mordes, las relajas, las pisas, las tiras a la basura,  o simplemente, las ignoras. Pero entonces enloqueces. Huyes. Saltas. Ni siquiera te despedís. Y por mucho que las calmes, que las golpees, que las maltrates, que las cuides, que las intentes, que las duermas…llega un momento en que ni existen. Se convierten en nadas. Cuando el vacío se llena de nadas. De nadas que te ahogan, de nadas que te anclan las alas y las ganas… cuando esto pasa, inevitablemente, dejas de existir. 


oriana 

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